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La simbiosis España-Portugal es un fenómeno sin igual en el mundo, en la cadena de suministro del textil-vestir.

En números anteriores hemos dedicado especial atención a analizar esa curiosa y fructífera relación que se ha establecido entre los agentes de la cadena textil de España y Portugal, y que ha dado lugar al fenómeno más espectacular del mundo, de los tiempos recientes, en la cadena de suministros del sector de la confección.

En el período enero-julio de 2016, España fue (como ya en los últimos períodos anteriores) el primer cliente de Portugal, con compras por 1.055 millones de euros, y Francia el segundo por 388 millones; la distancia entre ambas es espectacular. En el mismo período de 2017 (último arco temporal del que se tienen estadísticas), las cifras respectivas fueron de 1.073 millones para España y de 411 para Francia. La cifra de negocios española creció menos que la francesa, pero la primacía de nuestro país siguió siendo apabullante.

La persistencia de este fenómeno se suele atribuir a la poderosa concentración de compras que origina el protagonismo del grupo Inditex, actuando como cliente único, y sin duda es cierto. Pero existen otros países proveedores (cada vez más) que podrían tener una oferta interesante (más allá de cualquier posible afinidad sentimental, seguramente inexistente, que se pudiera atribuir a la condición de lo ibérico).

Ahora, coincidiendo con las celebraciones de Oporto, un periódico portugués ha publicado unas declaraciones de Marcos Álvarez, consultor ejecutivo de Cortefiel, en las que dice: «Hay tres factores que llevan a las marcas españolas a fabricar en Portugal: la rapidez de respuesta, los costes de producción, y la calidad productiva que se asienta en una cultura textil fuerte».

La cita es relevante por varias razones: porque es de un profesional español, que por propia experiencia sabe de lo que habla, y porque representa a una importante firma española del sector ajena a la red de Inditex y, por tanto, no implicada directamente en el supuesto que se analiza.

Es muy importante observar que no se trata sólo de una cuestión de precio, aunque sin duda será un factor relevante, sino de eficacia. Y ahí está el secreto: trabajar barato, pero con rapidez y calidad.


  

Publicado en TEXTIL EXPRES - Revista Número 233

© 2017


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