Las diligencias continúan, en la certeza de que fue un accidente, y con el ánimo de descartar cualquier otra hipótesis especulativa.
Hace unos días todos los medios publicamos que la policía concluyó en su informe que el fallecimiento del fundador de Mango fue causado por un accidente de montaña. Algunos medios llegaron a titular que había concluido la investigación del accidente de Isak Andic. Esto último, sin embargo, no es cierto.
La policía no ha querido cerrar en falso ni precipitadamente la investigación, menos aún por cuanto, en esta época de especulación fácil, y de todavía más fácil propagación por internet de comentarios y aparentes noticias que no lo son, habían surgido sombras relativas a las circunstancias exactas del accidente. Antena 3, por ejemplo, que no es un medio sospechoso de amarillismo, tituló una noticia de este modo: «La extraña muerte de Isak Andic: la ruta de la tragedia, paso a paso. Y, aunque luego no explicase las causas de su extrañeza, la duda quedaba sembrada. Algunos medios se hicieron eco, también, de una supuesta «llamada al 112 del hijo de Isak Andic...», en el que se recogía la supuesta grabación de las primeras palabras del aviso de emergencia, que se distinguían por un tono quizá demasiado frío, lo que dio pie a cierta maldad en los comentarios en redes. Esa supuesta noticia muy probablemente carecía de fundamento, y los medios que se hicieron eco de la misma la han borrado, aunque puede consultarse en los sitios de archivos pasados.

En todo caso, es obvio que el hecho de que Isak Andic, un hombre que, como dirían los estadounidenses, valía 4.500 millones de euros, saliese a pasear sin equipo de seguridad (mientras que, según se ha publicado también, solía ir acompañado de un servicio de escoltas), podía causar extrañeza.
Que no hubiese más testigos que el hijo de Isak tampoco ayudaba a descartar otras hipótesis. Y rumores que, según parece, circulaban sobre el estado de las relaciones familiares, a las que se suma la sorpresa de que existiese un ahijado (del que se ha publicado que estaría incluido en el testamento, afirmación audaz porque estas cosas no se saben hasta que se abre el documento), pues tampoco ayudan, en efecto.
La policía y el juez tienen claro que todo apunta a un accidente fortuito. No hay indicios que sugieran otra cosa, y además la inspección del lugar corrobora la verosimilitud de un resbalón en un tramo de gravilla suelta. Pero, como hemos dicho, la policía quiere completar debidamente todas las diligencias, y eso es fundamental, precisamente, para que se disipen todas las posibles dudas.
El caso no está cerrado todavía, y los Mossos d'Esquadra (policía autonómica catalana) siguen tomando declaración a otras «personas del entorno del fundador de Mango», en palabas de redactores de El País.
[En ese sentido, cabe recordar lo que ya hemos informado en relación con los detalles de contexto que una redactora de El Economista (sección Informalia) habría obtenido de «fuentes cercanas a la familia» —que ya hemos recogido en una nota anterior de Textil Exprés—. No hay nada más normal y corriente que una caminata de familiares en la mañana de un sábado, pero esa información sobre los posibles motivos del paseo íntimo de padre e hijo por los senderos de Montserrat introducía una nota de singularidad —nada sospechoso, solo «diferente»— en ese paseo en concreto. De ahí que entra dentro de lo razonable hacer algunas preguntas en dicho «entorno» del empresario fallecido].

Por último, la policía tampoco descarta volver a interrogar al único testigo de los hechos, Jonathan Andic, que en el primer contacto con los Mossos se hallaba, muy lógicamente, en estado de shock.
Es de presumir que todas estas diligencias concluirán pronto, y que será posible cerrar el caso sin dejar espacio a ninguna especulación adicional. Para plena tranquilidad de todos.
© TEXTIL EXPRES