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El cliente todavía no paga por moda sostenible. Pero esas colecciones se venden bien sin llegar a las rebajas.
Ignacio Serra, director general corporativo de Tendam, comenzó su intervención en la jornada sobre Retos del Sector Textil y de la Moda en el ámbito de la Sostenibilidad, celebrada el 8 de julio de Madrid, con un repaso a las excelencias del sector europeo y español del textil/moda. No solo su peso económico sino su liderazgo en responsabilidad corporativa. Por ejemplo, «en cuestiones sociales hay solo ocho acuerdos internacionales globales con sindicatos para la verificación de las cadenas de suministro, de los que cuatro, es decir, el 50%, son compañías españolas: Tendam, Inditex, Mango, El Corte Inglés. En 'due diligence’ estamos avanzados. Y en gobernanza. Esto es muy importante: que nuestros Consejos de Administración sean conscientes sobre estas cuestiones, que generan valor no solo para nuestro accionista sino para nuestros 'stakeholders’».
Las empresas españolas del textil/moda ya son punteras en descarbonización, Tendam en concreto ya está cumpliendo objetivos de reducción de emisiones que se había fijado para 2030, pero siempre quedan cosas por hacer: «hay una parte muy importante en el Alcance 3 [emisiones de la cadena de valor], aquello donde tú no estás; es en tus proveedores y tus clientes donde se produce el grueso de las emisiones. Nos partimos la cabeza pensando cómo podemos incidir ahí. Estamos trabajando con nuestros proveedores fundamentales, y ahí las entidades financieras pueden ayudarnos con unas herramientas formidables como son los global confirmings. Tenemos la capacidad de facilitar financiación no solo para nuestras necesidades de capital, sino también para nuestros proveedores mediante 'financiación verde’, con mejores condiciones para aquellos que estén adoptando tecnologías más respetuosas con el medio ambiente».
En materia de sostenibilidad Ignacio Serra ve «tres patas»: impacto medioambiental propio, respeto social y gobernanza. «Una buena conexión con los recursos de nuestros stakeholders y fundamentalmente con los recursos de las finanzas nos permitirá hacer grandes cosas transformadoras».
Hasta la fecha el sector ha venido asumiendo esas iniciativas de manera voluntaria, por voluntad y compromiso. Ahora va a convertirse en un sector regulado. «Espero que no multi regulado, y que tengamos una regulación lo más homogénea posible, pero yo creo que tenemos una gran oportunidad histórica como gran potencia de ese mercado medio de valor que no es lujo ni low cost. No podemos perderla».
El mundo es muy grande. «Europa ha tenido hasta ahora un 30% de la cuota de mercado del comercio mundial, pero ahora mismo hay muchos bloques que negocian entre ellos mismos y que tienen otros mercados alternativos. Tenemos que armonizar, ser sencillos, tener las cosas muy claras, ser muy competitivos en los objetivos que nos hemos marcado, pero fundamentalmente hacerlo fácil. Es decir, no tanto buscar penalización de algunas cuestiones que sí pueden, digamos que deben estar controladas, como incentivar y alentar al máximo posible».
«Está muy bien que Europa esté marcando unas directrices, pero el mundo es muy grande y sigue operando al margen de lo que nosotros hagamos. Yo creo que el reto y la ventaja está en seguir trasladando a los clientes confianza en calidad, que antes podía significar un determinado tejido, una determinada piel, y ahora puede ser un determinado tejido obtenido de una determinada forma, un determinado proceso para los jeans que llevas puestos, que eso tenga un origen respetable y confiable. Va calando. Ahora mismo el cliente no está pagando por ello, pero en nuestro caso son colecciones que desaparecen antes de la tienda a precio completo de temporada, no en rebajas».
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