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Llega a su fase comercial abierta el textil español a partir de «basura de plásticos» recuperada de los mares.

TEXTIL-EXPRES-REVISTA-230

«Estoy de acuerdo con lo que dices, en un ciento cincuenta por ciento», nos dijo hace unos meses Juan Parés, consejero delegado de Textil Santanderina, justo después de que hubiéramos publicado en Textil Exprés un editorial muy crítico con la moda de Lo Sostenible, advirtiendo que la sostenibilidad no es en sí mismo un atributo de los textiles (ni de ninguna otra cosa) que vaya a ser garantía de éxito en los mercados. Y nos lo dijo justo cuando estaba llegando a fase de lanzamiento e impulso comercial el proyecto Seaqual 4U, del que su empresa (junto con Antex y el alma mater del proyecto, Ecoalf) participa.

¿No era eso una contradicción? No, de ninguna de las maneras. Santanderina no se ha apuntado al reciclado de los plásticos de los mares porque haya una moda de sostenibilidad, sino porque cree profundamente en dos cosas:

-la necesidad de dejar a nuestros hijos un mundo mejor, y

-la necesidad de mantener un proceso constante de innovación y mejora, en cualquiera de los ámbitos en los que trabaje.

De esto último es también ejemplo otro desarrollo relativo al grafeno, del que se habla en otro artículo de este número de Textil Exprés.

Evidentemente, del proyecto Seaqual 4U participan varios actores, todos ellos con su propia convicción, desde la impulsora Ecoalf hasta el hilador Antex y el tejedor Santanderina. Es un proyecto que ha conocido distintas fases (planteamiento, ensayo comercial y, ahora, apertura al mercado), y que se ha presentado en sociedad de manera comercial (lista para vender, y no sólo para que los medios hablen de ello) durante la última edición de Première Vision, en febrero en París.

Tanto sobre Ecoalf como sobre Seaqual 4U suele haber alguna ambigüedad en la comunicación. Así, Ecoalf, una aventura de Javier Goyeneche (en su día más conocido por la marca de bolsos y accesorios de moda Fun & Basics, liquidada tras un par de concursos de acreedores), la hemos presentado como una actividad de coordinación y gestión de procesos, que impulsa el reciclaje de tejidos de lanas y algodón recuperados, botellas de plástico, suelas de neumáticos y posos de café. Algo así como los centros integrados de gestión de residuos que operan en otros sectores de actividad, pero con la novedad de que promueve la elaboración de nuevos productos a partir de esa materia reciclada, y viene a llegar al mercado a través de la distribución del producto. Sin embargo, la casa se ha presentado a menudo en los medios como una productora de fibras recicladas o incluso como una hilatura, cuando de esos procesos se encargan empresas contratadas para ello.

Sus actividades son interesantes, atractivas y encajan en el signo de los tiempos. Por tal razón ha captado mucho eco mediático, pero en los cuatro años desde el inicio de las operaciones no ha logrado beneficios. Esto tampoco tiene gran importancia, ya que las empresas emergentes tardan en cosechar resultados. Lo que sí que ha logrado es atraer la mirada de fondos de inversión, lo que igualmente recuerda a otras startup tecnológicas, que tienen una buena idea y logran dinero para su expansión. De momento no ha obtenido la apertura de capital y la inyección financiera ansiada, pero está en el buen camino.

Dentro de las actividades de Ecoalf, Seaqual 4U es la materialización empresarial de una iniciativa asimismo de fuerte contenido emocional.

Recoger la basura de plástico existente en los mares no es una idea exclusiva ni siquiera original de esta empresa. Con cierta frecuencia publicamos, desde hace tiempo, en Textil Exprés, noticias de grandes cadenas de distribución de moda que buscan una segunda vida a los plásticos recuperados de los océanos, particularmente del Índico y el Pacífico Suroccidental, los más contaminados con esa basura.

Ecoalf lo que ha hecho es apuntarse a la tendencia y profundizar en ella, comenzando por recuperar el plástico que flota por el Mediterráneo con ayuda de pescadores de la Comunidad Valenciana, aunque en la literatura mediática se ha hablado también de reciclar las propias redes de pesca.

De la idea se pasó a la puesta experimental en el mercado, fase en la que ya intervinieron Anglés (alguien tenía que hilar) y Santanderina (alguien tenía que tejer), y ahora a la apertura a terceros, porque es evidente que Anglés no puede limitarse a hilar unos pocos hilos ni Santanderina a tejer unos cuantos metros. Para ello las tres partes constituyeron Seaqual 4U, actualmente en período de construcción de su propia estructura operativa y con nuevo director general, el profesor universitario Ignacio Urbelz, que tiene su propia firma de consultoría empresarial (Katalyst).

Ciertamente, dentro de esa ambigüedad calculada, Seaqual 4U se presenta ahora como hilador, aunque es un comercializador del producto. Pero eso no importa, ya que el hilador es uno de los socios, y quizá resulte incluso conveniente que los partners mantengan un perfil bajo a fin de potenciar el valor de su joint-venture.

Por cierto, lo que elaboran es textil basado en poliéster reciclado. Prácticamente lo mismo que se viene haciendo, desde hace mucho tiempo, con el pet de botellas de plástico; sólo que no son botellas sino basura marina, por lo que su beneficio para el medio ambiente es muy superior.


[Publicado en TEXTIL EXPRES - Revista Nº 230 - ABRIL 2017 ].

© TEXTIL EXPRES - Revista - 2017


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