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Esa fue la cantidad percibida por dos directivos «históricos».

La salida de algunos directivos históricos del grupo Inditex, producida en los últimos meses, pudo ser considerada casi como una jubilación anticipada, ya que llevaban muchos años trabajando en el grupo.

Es el caso de Antonio Abril, que anunció su salida de la compañía a finales del mes que, curiosamente, coincide con su apellido, es decir abril de este año. Era secretario general y secretario del Consejo de Administración del grupo, al que estuvo vinculado durante 32 años. Unos meses más tarde, el 9 de junio se dio a conocer la salida de otro directivo histórico, Ramon Reñón, del que Inditex dijo que había culminado su etapa profesional tras haber permanecido en primera línea directiva del grupo durante 29 años. Llegó al mismo en 1992, primero como responsable de expansión e inmuebles, y ya últimamente, desde 2008 como director general adjunto a Pablo Isla, tanto en la etapa en que este fue consejero delegado como más tarde, cuando se convirtió en presidente.

Pero esos ceses no han sido interpretados desde un punto de vista contable como jubilaciones anticipadas, sino como ceses retribuidos, con una fortísima indemnización. Por esa razón en el primer semestre del ejercicio fiscal de Inditex se ha incluido una partida de indemnizaciones que ascienden nada menos que a 8,7 millones de euros, según consta en el informe semestral del grupo Inditex.

El número de altos directivos permanece invariable a pesar de esas dos bajas o, mejor dicho, incluso ha aumentado, ya que hace un año eran 21 las personas que merecían esta consideración dentro del organigrama mientras que ahora son 22, los cuales tuvieron una retribución de 9,9 millones de euros: un 4% más que en igual período del año pasado. La retribución de los consejeros ascendió a 3,6 millones (igual que el año anterior).


Publicado en TEXTIL EXPRES - Boletín 788 -

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