Contrapunto final (importante) al postulado de que lo verde ya no vende: En términos de márketing, esto sí que funciona.
Humberto Martínez
Director
El mercado es un campo de batalla. Y, cuando hablamos en clave de estrategias de venta y de comunicación, deben disculparnos que hablemos con el mismo cinismo con el que hablaría Clausewitz del arte de la guerra. Por ello, en este artículo y otros parecidos de este medio, separamos la conciencia que sí que tenemos, y fuerte, en pro de la sostenibilidad, de los juicios sobre su rentabilidad como argumento de venta.
Con el mismo cinismo, debemos reconocer que la sostenibilidad no solo aporta una excusa para hacerse amables respecto al consumidor, sino, también, para alimentar la presencia en medios.
En tiempos como los actuales, de saturación comunicativa, un verdadero desafío para cualquiera es el de nutrir y sostener una aparición continuada en los numerosos canales de llegada al individuo. Dado que las marcas no lanzan novedades de producto a diario (no solo es imposible sino que resulta indeseable, en términos de coste, de escalado a volúmenes, de amortización de lo invertido... incluso en capacidad combinatoria de crear indefinidamente), y que tampoco lanzan inversiones cada mes, ni montan nuevas fábricas ni nombran directivos ni pueden ofrecer noticias auténticamente novedosas cada semana, hay hilos argumentales que proporcionan simultáneamente tres cosas:
- capacidad ilimitada de exposición narrativa,
- inserción en los «trending topics» o modas conversacionales,
- y, precisamente por ello, receptividad amplia por parte de los medios.
En definitiva: hablar mucho de sostenibilidad quizá no venda en sí mismo, pero proporciona ocasión para estar permanentemente en los canales de comunicación. Y esa presencia en el «murmullo mediático de fondo» ayuda a crear poso en el inconsciente del receptor de los mensajes.
¿Contradictorio con lo que afirmamos en otro lugar? Más bien paradójico. Pero complementario. Solo procuren no llegar a saturar a los consumidores. En los últimos tiempos detecto comentarios de fatiga. Estén atentos a los signos de hartazgo. De momento son insignificantes, porque, en beneficio de las generaciones futuras, todo el mundo quiere salvar a un planeta que hemos ensuciado y que podríamos destruir. Y eso permanece por encima de todo.
- Siento escandalizarles, pero «Lo Verde» y «Lo Sostenible» YA no vende [Artículo principal].
- Lo Verde «Ya NO vende». Pero SE vende. Entiendan la diferencia.
- Si no vendes productos sino la salvación del planeta, quizá funcione.
- Para esto sí que puede servir la narrativa de la sostenibilidad.
- La segunda mano encuentra en la sostenibilidad reivindicación y prestigio.
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